Se pueden conseguir ambas y no es tan complicado.
La felicidad se consigue, como casi cualquier cosa en la vida, con la práctica.
¿Y cómo podemos realizar trabajos satisfactorios y que por ende nos hagan felices?
Definiendo prácticas y llevándolas a cabo.
Aquí una lista simplificada que puedes ampliar o modificar:
Frente al control y presencialismo, dejar espacio para el “fluir” y el crecimiento, pues si creas un equipo maduro y comprometido, hay cosas que sobran.
Siempre, en cualquier circunstancia, se debería practicar esta cultura: contigo y con tu circulo laboral (compañeros, clientes, proveedores, etc.).
Trabajar bien equipados en lo físico y en lo intangible nos prepara mejor para desarrollar un trabajo excelente. Por ejemplo: buen equipamiento informático o acceso a formaciones acordes a nuestra labor.
Pasamos muchas horas trabajando. Un buen ambiente y el saber que cuentas con tus compañeros y colaboradores, es muy motivante.
Tener un proyecto común, donde todos aportamos, aprendemos algo y arrimamos el hombro, nos mejora no solo como trabajadores: nos mejora como personas.
Creo que aquí hay poco que comentar. La frase lo dice todo.
Y aquí otra frase que me gusta mucho: “si pagas con cacahuetes, solo puedes aspirar a contratar monos”,
Artículo de MILA LORENZO GUILLÉN