¿Qué beneficios sociales y económicos podrían esperarse de dotaciones viables técnicaeconómica y medioambientalmente sostenibles, así como socialmente aceptadas?
¿Nos hemos preguntado algo parecido a lo de la siguiente reflexión?
Por ejemplo, existe un tamaño de explotaciones hosteleras pretendidas a lo largo y ancho de diferentes emplazamientos que no resultarían “socialmente aceptables”, aunque no se hable de ellas, porque lo máximo que pueden generar son “autoexplotación” sin márgenes ni para generar riqueza ni para que esta se redistribuya, porque son inviables desde el punto de vista empresarial. Pues sólo pueden ser viables con “aquello otro”, ganar un sueldo a base de dedicarle más horas, muchas más, y más riesgos, que el salario que podría igualmente ser merecido trabajando por cuenta ajena y con más dignidad. Porque la autoexplotación de esos autónomos que le dedican tantísimas horas, no es, ni de lejos, un trabajo digno. Ni por mucho que “esté socialmente” aceptado e implantado.
Y, ¿Qué hacer para avanzar? Pues, seguramente, no resulte ni sencillo, quizá sea complicado, pero para eso, sí hay manual o manuales, personas que pueden determinar la viabilidad de un negocio de ese tipo porque lo que no es es tan complejo de resolver que no se tenga manual ni experiencia para resolverlo. Cosa distinta es que no nos hayamos hecho las preguntas adecuadas para saber cómo realmente viven esos concesionarios de pequeños quioscos, cafeterías en determinados emplazamientos como para seguir extendiendo y “repartiendo” como una nueva “renta complementaria” esos “negocios”.